En mi tierra, cuando alguien dice que sabe algo y en realidad no lo sabe, se dice: 'Eres como la maestra ciruela, que no sabe leer y va a la escuela'. Y ese va a ser el punto de partida de este blog que pretende ser un referente para aquellos cuya vida laboral gira en torno a un aula.
En cierta ocasión, un profesor observa espantado cómo un antiguo discípulo suyo da una clase en la que vierte una serie de errores uno tras otro sin inmutarse. Al concluir la clase, el sabio le dice a su ex-discípulo: '¿No te parece que deberías de estudiar el tema un poco más a fondo para aprender un poco más? No puedes ir por ahí diciendo cosas que no son ciertas...' El discípulo lo mira sorprendido y le responde: '¿Aprender? ¡No! ¡a mí lo que me gusta es enseñar!'
El peligro de una profesión como esta es que a la mayoría de los docentes lo que les gusta es enseñar y no aprender.
Me gustaría saber lo que tú, profesor, opinas sobre el tema. ¿Por qué no me das tu opinión?
