sábado, 13 de septiembre de 2008

Claustro


La primera actividad conjunta de los profesores del centro antes del comienzo del curso escolar es el Claustro. El claustro de profesores no es un lugar, como en los antiguos conventos, sino el grupo de profesores que trabajan en un centro docente. A la cabeza el Director, seguido del Jefe de Estudios, el Vicedirector y el Secretario.
El primer claustro del año es bastante completo e interesante. Se da la bienvenida a nuevos profesores recién incorporados, a los que se les transmite la imagen de que han llegado al mejor centro de la comarca, que los profes somos fantásticos y, con una sonrisa falsa prendida de los labios, que estamos encantados de poderles ser de ayuda.
Luego, nos miramos unos a otros para ver en los demás las huellas que las vacaciones de verano han dejado en sus cuerpos. A unos los encontramos descansados y satisfechos, pero otros parecen haber vuelto a clase blandiendo la espada de combate dispuestos a embestir al que ose llevarles la contraria.
Los hay que les gusta sentarse al fondo para así tener una visión de conjunto y otros que prefieren la cercanía al equipo directivo. Esta cercanía es física y también anímica, porque algunos profesores son tan anímicamente leales a la Dirección del centro que ni siquiera les preocupa quién ocupa la silla, teniendo, como tienen, la mente en ocuparla ellos algún día. Estos últimos se sientan juntos y buscan cualquier fallo en el rival para anotarlo apresuradamente en la libreta y poder desprestigiarlo cuando llegue el momento. Ellos saben de sobra que ese momento llegará y agazapados esperan sacar la garra cuando el enemigo por fín se ponga a tiro.
La sociedad entera está reflejada en esas interesantes reuniones de nombre rimbombante. La que se puso sus mejores galas para epatar al personal; los que anotan hasta el paso de una mosca por el aula en la primera página de sus cuadernos nuevos; los que se apuntan a cualquier término nuevo para usarlo a la primera oportunidad; los que hacen preguntas únicamente destinadas a interesarse por los días y horas de clase, tratando de reducir su número a toda costa; los que pasan de todo; los que se pasan el claustro saliendo y entrando del aula...
La Maestra Ciruela estuvo en un claustro hace una semana y salió con un sabor agridulce en los labios porque habló después de haberse propuesto no hacerlo y. además, deliró sintiendo que le rozaba la cara el ala de alguna desconocida ambición personal camuflada entre las sombras que proyectaban sonrisas apretadas.
¿Cómo son tus claustros?

8 comentarios:

mónica dijo...

Maestra Ciruela, en tu escrito aparecen palabras como sonrisas falsas, espadas de combate, enemigos, rivalidades... ¡Uff, qué miedo, parece un lugar peligroso! Sólo desearte que salgas ilesa de la batalla, y que esas rivalidades o altercados que puedan surgir durante el año no logren hacer mella en el ánimo y la ilusión con los que espero que inicies este nuevo curso.

Aprovecho para saludar desde aquí a Tanci y a Conchi, que veo que suelen pasar por tu blog...

¡Ánimo a todos los amigos docentes y feliz curso!

maestra ciruela dijo...

Hola Mónica: simplemente me he limitado a hacer una parodia de lo que son los claustros... exagerando mucho los personajes para alejarlos de la realidad. Gracias por tus deseos para el próximo curso. Un abrazo.

tanci dijo...

Querida Maestra Ciruela:
Describes muy bien un claustro de profesores. Así son generalmente en muchos centros, no nos engañemos. Todo depende de la perspectiva en que lo vea cada uno. Para el que se sienta al lado del Director, por ejemplo, él es su mano izquierda, o al menos así lo espera o lo pretende o lo quiere dar a entender. Para el que luce una sonrisa amistosa a los nuevos que llegan para hacer creer que es el mejor centro,esa es una manera de acercamiento y recibimiento .Para el que sólo cuenta las horas y los minutos de sus clases es uma forma mercantilista de ejercer su profesión.Para los que sólo anotan hasta el ruido de las moscas y esperan agazapados el momento de echarlo en cara, es una forma de querer demostrar lo perfectos que son y cuánto se equivocan los demás.Para aquellos que lucen sus mejores galas es una manera de enmascar, o no, su frivolidad.O a lo mejor es una forma de agradar a los demás ya que de otra manera no pueden llegar...
En fin, el panorama es muy diverso. Las rivalidades no quedan aparcadas nunca detrás de una puerta y surgen a poco que se toque cualquier resorte. Se trata de querer ser lo más visibles posibles, de ser los más chachis posibles, de ser los más efectivos posibles, los mejores profes, los de mejor propaganda dentro y fuera del centro...
¡Ay vanidad,vanidad!. Es igual que nuestro mundo en miniatura, y con esto no aporto nada nuevo.Pero desde mi punto de vista, lo importante en definitiva es nuestro buen hacer con los alumnos, lo que le hayamos podido aportar honestamente con nuestro esfuerzo y con nuestro trabajo,seguir aumentando nuestros conocimientos y nuestra preparación en favor de la enseñanza, que es nuestra profesión y a veces hasta nuestra vida.Y desde lo luego seguir en cada Centro la consigna" Grano no hace granero pero ayuda al compañero", en la certeza que todo lo que podamos construir en enseñanza y en educación nunca va a estar solo, ha de ir encadenado uno de otro, por mucho que nos pese.Las vanidades, los egoísmos y los destaques van a seguir existiendo siempre, por mucho que nos pese. Y a estas altura de la película no me queda más que decir que "para educar a un niño hace falta toda la tribu". Y en un claustro es dónde, al menos, uno no debe quedar mudo por mucho que uno se lo proponga. Es el lugar exacto para cumplir con nuestro deber, y manifestar abiertamente nuestra idea de educación, metodología, organización y avances.En definitiva el cauce para tratar de ir encauzando y mejorando en favor de nuestros educandos y ¿por qué no? mejorarnos a nosotros mismos.Pero para ésto último hace falta humildad ¿ hay muchos profes que posean y cultiven esta virtud que ya no está de moda?
Un abrazo Maestra ciruela. Espero que todo sea constructivo en tu claustro, por el bien tuyo, por el bien de la comunidad y por el bien de los alumnos.Es lo que en definitiva se desea.

maestra ciruela dijo...

Tanci: ¡cuanta razón tienes al decir que las vanidades nos desvían de la propia meta de la enseñanza! Es verdad que es un microcosmos en el que caben todos los estilos de seres humanos y, a la vez, es el foro en el que pronunciar nuestra idea del fenómeno docente. Un abrazo y gracias por ese maravilloso comentario

alicia barajas dijo...

Maestra ciruela: yo también tengo claustros en mi centro, aunque no se parecen mucho a los que describes... No hay tantas sombras, parece, como en su colegio. Tal vez tenga razón, sin embargo, cuando dice que los claustros son una pequeña represnetación de la sociedad. Un abrazo: Alicia

Conchi dijo...

Comparto vuestra opinión, Tancy, Maestra Ciruela y Sinkuenta (abrazos a Mónica), los claustros debería ser el punto de encuentro no el de desencuentro. En el que yo formo parte tampoco es el ideal ya que por desgracia hay unas personas que van siempre lanzando maldades en voz baja, no son capaces ni de alzar la voz para que no se les rebata sus argumentos, que siempre son para bien de ellas, nunca piensan en el conjunto del colegio, sólo en sus clases. Es una pena pero crean mal ambiente. Yo lo siento por los que ocupan la dirección porque en estos tiempos lo tienen muy difícil.
Y luego tenemos los Consejos Escolares con la represntación de las familias, pero eso lo dejamos para otra entrada...
Puse una entrada en mi blog invitándoos a participar en un proyecto: promover la correspondencia por carta entre nuestros alumnos. No sé si la habéis visto, pero por si acaso...

Un abrazo. Seguimos en contacto.
Conchi

Carmen dijo...

Hola, encantada de conocerte, me encantará seguir tus reflexiones
un saludo desde Barcelona

Scarlett Butler dijo...

mi claustro este año fue movidito. No fue todo lo bien que yo esperaba pero al final me he dado cuenta que salí ganando, a pesar de las primeras decepciones y rabietas. En mi centro no está mal el ambiente en general, siempre hay malos rollos por culpa de ciertas personas pero una piña de gente en otro lado. No está mal viendo el percal. Saludos.