miércoles, 17 de septiembre de 2008

Primer día de clase



Cuando llegamos a clase el primer día siempre nos sentimos un poco cohibidos. Sabemos que treinta pares de ojos están posados sobre nosotros, analizando cada gesto que hacemos, confirmando así los rumores que circulan por el colegio acerca de nuestra persona. No es fácil ser profesor el primer día del curso.
El día anterior elegimos cuidadosamente la ropa que nos vamos a poner para tratar de causar la impresión exacta que queremos que los alumnos tengan de nosotros y por un día nos convertimos en el objetivo de todas las miradas y comentarios.
Pero no sólamente son los alumnos los que analizan al profesor. Nosotros, los profes, cuando entramos en el aula olisqueamos el ambiente y dejamos que todos nuestros sentidos se abran para dejar entrar en nuestro ser un torrente de sensaciones que nos revelen la verdadera identidad de la clase en cuestión.
A simple vista detectamos a las alumnas empollonas que no necesitarán nuestra atención pues harán los deberes incluso en aquellas ocasiones en que nos hayamos olvidado de pedirles que lo hicieran. Los vagos nos contemplan con su típica caída de ojos; los adulones vendrán sin faltar a la cita del final de clase para preguntarnos cualquier estupidez y contarnos algún problema personal que no queremos conocer; el inteligente que está por encima del bien y del mal nos mirará sin revelar sus pensamientos y el gracioso de turno aprovechará cualquier descuido para dejarse sentir y acariciar por las risitas nerviosas que su actuación provocará.
Un primer día que, si lo vivimos con los ojos del conocimiento bien abiertos, nos revelará mil detalles que podrían sernos útiles en clases posteriores. Detectar los elementos conflictivos es tarea fácil y conviene hacerlo desde el principio para así tener tiempo de aplicar un remedio rápidamente antes de que la situación no tenga vuelta atrás.
Y tú ¿qué encontraste?

10 comentarios:

Natacha dijo...

Bueno, yo hasta octubre no empiezo y teniendo en cuenta que ya me llegan los niños seleccionados....
Son críos con fracaso escolar, además tengo que estar con ellos tras un día entero de clase... Es muy dificil.
Ellos son siempre herméticos conmigo y revoltosos... niños complicadísimos en algunos casos... Me lleva, a veces, meses que me miren a la cara...
Supongo que las clases normales son algo más sencillas....
También tengo muchos menos niños de lo normal... No podría con muchos... jajaja.
Un beso, cielo.
Natacha.

Conchi dijo...

Hemos pasado la primera semana. Aún andamos un poco perdidos, tenemos mucho que organizar y mucho que descubrir.
Te deseo un feliz fin de semana.
Conchi

maestra ciruela dijo...

Hola Natacha: te deseo todo lo mejor en el próximo curso que, según cuentas, será bastante duro. ¡Seguro que puedes hacer una gran labor con tus alumnos especiales! Un abrazo

maestra ciruela dijo...

Conchi: poco a poco iremos entrando en la rutina y los periodos de clase se normalizarán...¡ahora me resultan eternos! Un abrazo

agua dijo...

Es el primer año que no entro en una clase, es mi debut como orientadora. Con tu permiso enlazo tu blog. Saludos desde Galicia

maestra ciruela dijo...

Lluvia de invierno: vengo de dejarte un comentario en tu blog agradeciéndote tu visita... me encantará verte por mi clase. Y gracias por enlazarme!! Un abrazo

tanci dijo...

Hoy fue mi primer día de clase. Si, hoy porque aunque soy maestra siempre me ha gustado seguir aprendiendo , por ello a lo largo de mi vida he asistido, siempre que he podido a cursos, cursillos y cursotes.
Debo reconocer que siempre me pasa igual el primer día de clase, no sólo iba cohibida, sino también tímida e insegura. ¡Si, a mis años! Por ello me pongo siempre en el lugar de mis alumnos y pienso en ese grupo que también entra dentro de la heterogeneidad de nuestras clases, y es el grupo de los tímidos o vergonzosos. Intento siempre llegar a ellos y penetrar más allá de lo que me permiten. Desde luego que no siempre lo consigo. Ardua empresa ésta. Pero poco a poco lo voy intentando hasta que de alguna manera, éstos ceden por algun lado. Y puedo asegurar que de haberlo conseguido al menos en algo;ellos serán los alumnos más fieles.Los tendrás siempre dispuestos a colaborar y su aprendizaje será más fluído. Tan hondo llega la moral y el estímulo que has depositado en ellos...que es imposible negarse.
Otro objetivo que me propongo es conseguir la unidad del grupo que me ha tocado. Basándonos en ese heterogeneidad, me preocupa mucho que la clase funcione como un todo compacto.Esto no se consigue desde el inicio, y dependiendo de la heterogeneidad podremos conseguirlo en el primer mes de iniciadas las clases. A veces he tardado más. Una vez conseguido ésto, el grupo con sus individualidades funciona cohesionado y eso nos puede dar muchas más satisfacciones.Tú te haces con el manejo de la clase y ésta a su vez va imponiendo un ritmo con un estilo propio.
Es verdad Maestra ciruela, hoy mi profesor eligió adecuadamente su ropa, colores sobrios,pulcros, impecables;yo diría que esmerado en el vestir.Eso ha sido un regalo para nuestros sentidos y debo reconocer que hago lo mismo en mis clases. ¿Hasta qué punto puede llegar a influir en el aprendizaje de nuestros alumnos la armonía de colores con los que nos presentamos diariamente y el esmero de nuestra presentación?.Bueno, esto lo dejo en el aire para un posible post de futuro.
Me despido Maestra Ciruela, sabiendo que me he dejado muchas cosas en mi tintero. En discurrir de estas charlas las irá sacando.
Un saludo afectuoso.

Blanca dijo...

Me encuentro con un grupo de mujeres con unas ganas tremendas de aprender y superarse, algunas con una autoestima bajísima,otras con problemas de soledad, de escasez de recursos,con situaciones familiares difíciles...
Cada curso lo que más cuesta es evitar que se comparen unas con otras y es que igual que los niños, los adultos también queremos ser los mejores...¡Es bueno! si lo que buscamos es la superación individual siendo conscientes cada uno de sus posibilidades y limitaciones.
De todos modos, no lo puedo evitar, me encantan!!!!!

Scarlett Butler dijo...

me acerco a este blog gracias a lluvideinvierno y me he quedado alucinada. Es maravilloso. Las mismas ganas de expresar, de contar experiencias y anécdotas como muchos de nosotros. Yo también pasé por esto del primer día y es bastante duro. Ahora ya hemos "sobrevivido" a dos intensas semanas y aquí estamos al pie del cañón. Lo digo de nuevo, me encanta tu blog. Un saludo.

maestra ciruela dijo...

Hola Daisy, espero que todo se esté poniendo nuevamente en su sitio y que la rutina se haya ido instalando en tu actividad: todo resulta un poco más fácil cuando nos acostumbramos a los nuevos ritmos. Espero seguir contando con tus visitas. Recibe un abrazo