lunes, 1 de septiembre de 2008

Vivir como un profesor


Hoy, uno de septiembre, vuelta al trabajo. La sociedad nos critica por nuestras largas vacaciones. Todas nuestras reivindicaciones las rechazan aduciendo que no tenemos motivos para quejarnos puesto que disfrutamos de vaciones pagadas todo el año.

Por otro lado, las vacaciones de verano se han ido acortando paulatinamente y ya nos han quitado practicamente un mes. El día primero de septiembre empezamos nuestras actividades cuando antes no lo hacíamos hasta mediados de mes.

¿Son nuestras vacaciones demasiado largas? ¿Crees que ese factor hace inviable cualquier reclamación de mejora salarial por parte del colectivo de profesores?

¿Crees que se podría acuñar un dicho similar al de 'vivir como un cura', cambiando lo de 'cura' y sustituyéndolo por 'profesor'?

9 comentarios:

Conchi dijo...

Antes se decía: "Ese pasa más hambre que un maestro escuela"...
Las vacaciones están pensadas para los niños y las niñas, no lo olvidemos. Si no fuera por ellos no las tendríamos. ¿Acaso nos estressamos? ¿Acaso nos ponemos de los nervios y hasta llegamos a soñar con aquel que nos hace la vida imposible? Qué vaaaaa, si vivimos muy bien!

Un abrazo.
Conchi

maestra ciruela dijo...

Tienes razón, Conchi, nuestra profesión es agotadora y encima estamos muy mal pagados... pero la sociedad sigue pensando que estamos mal acostumbrados y que somos unos trabajadores mimados. Un abrazo: la Maestra Ciruela

alicia barajas dijo...

Hola Maestra: has tocado un tema interesante... yo observo que la gente que trabaja en otras áreas nos mira con desconfianza y habla con envidia de nuestras vacaciones. Como decía Conchi, las vacaciones las tenemos porque los niños las necesitan... aunque yo pienso que a veces las necesitamos nosotros más que ellos. Un saludo: Alicia

tanci dijo...

Querida "Maestra Ciruela":
Yo he llegado hasta tu blog porque frecuento uno que te ha enlazado. Me gustó la forma de tu blog. Las caricaturas me encantan y la maestra detrás de la mesa con su maletita me gustó también. Después los dibujos ( son una debilidad mía) elegidos para adornar este segundo post tuyo.¡Me gusta sin más!.Es como un si estuviera entrando a un gran poster de los que hay colgados en la primaria. Y eso me gusta.Me gusta la frescura de la infancia.
Bueno, yo te daré mi opinión. Las vacaciones creo que se hicieron tanto para los niños como para los adultos. Todo trabajador tiene derecho a ellas. En nuestro caso están dispuestas de tres en tres meses no como algo aleatorio, qué va. Están pensadas y muy bien pensadas.Trabajar con material humano diariamente a 25 alumnos cómo mínimo, no es "moco de pavo", permíteme mi expresión."Nadie da duros a cuatro pesetas". Ni los niños aguantarían tanto ejercicio intelectual contínuo, ni los adultos tampoco. Piénsese que hemos de equilibrar intelecto,emociones, pensamientos, acciones... etc. Y esto ya con los adultos es difícil...cuánto más con los infantes.Hemos de atender al alumno integralmente... ( que parece fácil)
Además de eso, se nos exige pulcritud, coherencia, buen carácter, armonía,dulzura, saber estar,creatividad, generosidad... o sea un sin fin de virtudes que por lo visto no se le exige a los demás trabajos. Orgullosa estoy de haberlo podido ofrecer de seguirlo ofreciendo.Pero insisto, si de tres en tres meses uno no desconectara el intelecto y los afectos... terminaríamos un poco trastocados.
En cuanto al prestigio en nuestra sociedad, yo soy una de las que me lamento que las cosas hayan tomado los derroteros que han tomado. Si la cosa sale bien, el alumno es el que ha hecho un gran esfuerzo y ha hecho un gran trabajo. Si la cosa sale mal los maestros no han estado a la altura y la culpa es sólo de ellos.
Largo repertorio tenemos para seguir debatiendo un tema tan apasionante y bello como es el de la educación.
Pero por favor, déjenme con mis vacaciones de tres en tres meses que se dan más que merecidas, al menos para tomar fuerzas organizar de nuevo las estructuras mentales. Parece que en general se olvidan que el intelecto es el que manda. Y ese lo estamos construyendo siempre.
Tema aparte sería el de la remuneración.Lo dejo para otra opinión.
Felicidades por tu blog. Recibe mi afecto.

maestra ciruela dijo...

Alicia, ante todo gracias por enlazarme y decirte que todos los profesores y los que no lo son están bienvenidos a este espacio. Las vacaciones son muy necesarias como dices, aunque según están los tiempos corremos el peligro de ir perdiendolas paulatinamente. Un saludo: Maestra Ciruela

maestra ciruela dijo...

Tanci: muy interesante tu exposición acerca de la enseñanza. Es verdad que tenemos que hacer un alto para que nuestro intelecto y nuestras emociones descansen. Es una gran labor la que hacemos, aunque haya gente que se empeñe en hacernos desprecios. Un saludo: Maestra Ciruela

mónica dijo...

¡Hola! Yo no soy profe. Creo que la vuestra debe ser una profesión tan bonita como agotadora. Vuestro trabajo está hoy en día infravalorado por la sociedad, algo que considero profundamente injusto ya que cada vez es mayor la responsabilidad que esta misma sociedad os otorga: no sólo debéis proporcionar información, sino una formación integral, que va muchas veces más allá de lo que es la enseñanza de una determinada materia... Y todo ello sin contar con el debido apoyo por parte de padres y autoridades educativas. La labor educativa, tan sumamente compleja y que debe apoyarse sobre tantos pilares, pasa a reposar casi exclusivamente sobre vuestros hombros... Por todo esto, considero que vuestras largas vacaciones son merecidas y necesarias, así como justas vuestras reivindicaciones. Ahora bien... Creo que muchas veces los profesores os colocáis en una especie de pedestal, os consideráis a veces demasiado especiales... ¿Qué quiero decir con ésto? Estoy pensando en frases que soltáis demasiado alegremente, como "Es que tú no sabes lo que es estrés" Me parece una frase tan absurda... El que, como yo, no es profesor, podrá ser incapaz de imaginar hasta qué punto la enseñanza desgasta, pero también es verdad que a vosotros os cuesta muchas veces poneros en el pellejo de otros... de otros que pueden estar sufriendo el mismo o mayor nivel de estrés que vosotros, que los hay, aunque os parezca increíble, y que no pueden disfrutar de esos dos meses de merecidísimas vacaciones. Y también las necesitan. O personas que no pueden permitirse estar varias veces de baja por depresión porque temen que, a la vuelta, la empresa los considerará poco adecuados para su cargo al ser incapaces de soportar un estrés continuado. Y no pueden pedir una comisión de servicio y alejarse temporalmente de esas tareas que le agobian. Toda profesión tiene ventajas y desventajas, pero vosotros os negáis continuamente a reconocer que sois afortunados en muchos aspectos... Y éso a muchos les enfada. Tanto como a vosotros el que no se volore vuestro trabajo como es debido. Existe una incomprensión mutua.
Bueno, maestra Ciruela, me imagino lo que estarás pensando: como no da clase, no nos entiende... Puede que sea éso. Perdona si digo muchas tonterías... ¡y felicidades por tu blog!

maestra ciruela dijo...

Hola Mónica, no me ha parecido una tontería en absoluto todo lo que has dicho. Efectivamente, los profesores tienen sus ventajas y a veces no son capaces de darse cuenta. Las vacaciones aparte de necesarias son un lujo que en otras profesiones sería imposible de tener. Me alegra tu visita, precisamente por no ser docente. ¡el debate está servido! Espero verte por aquí de nuevo. Un saludo.

Unknown dijo...

Yo ahora estoy en pleno apogeo de estudio de las oposiciones (para maestro de educación musical) y me sorprendió desagradablemente que algunos de mis compañeros dijesen al profesorado que nos prepara cuando nos preguntó de manera individual por qué queríamos opositar: "POR JULIO Y AGOSTO ¿NO?"

Cuando me preguntaron a mí yo respondí: Por dos razones: porque la música es arte por excelencia y debe estar en todos los momentos de nuestras vidas, y porque para mí, educar la mayor forma de arte que existe.

Para mí ser maestro es vocacional, igual que un médico no puede serlo si se marea cuando entra a quirójano. Educar es un arte.